Búsqueda avanzada

			
Con todas las palabras
Con la frase exacta
Con alguna de las palabras   
calendar calendar
Miércoles, 26 de Julio de 2006 14:37

Corduba 06/Fons Mellaria.- Investigadores de Córdoba, Almería, Granada y Jaén desarrollan una metodología para la restauración de tierras marginales.

G.C. - C.M.
Califica este artículo
(0 votos)
El profesor del Departamento de Botánica de la Universidad de Granada, Francisco Valle, señaló hoy durante su intervención en el curso "Los paisajes del futuro: abandono y restauración ecológica de tierras agrarias marginales", que se está impartiendo en los Seminarios Fons Mellaria 2006, que durante mucho tiempo la restauración de terrenos marginales se llevaba a cabo sin tener en cuenta la botánica adecuada a cada territorio. Sin embargo, según Valle "existe una legislación que obliga a usar las especies más adecuadas al territorio que se va a reforestar".

En esa línea, un grupo de investigadores de las Universidades de Córdoba, Almería, Jaén y Granada han desarrollado una metodología para llevar a cabo la restauración de las tierras marginales, con el objetivo de "aportar a los técnicos que acometen la reforestación una metodología que de forma coherente y clara les señale cuáles son las especies que deben utilizar en los distintos territorios en los que trabajan".

Esta metodología se basa en cuatro conceptos. Por un lado, se tiene en cuenta la biogeografía; es decir, estamos en Andalucía, un territorio totalmente heterogéneo, y eso hay que tenerlo en cuenta. Así mismo, esta fórmula también toma como punto de referencia para reforestar las características ecológicas, que se basa en dos parámetros: las temperaturas y tipo de suelo (están los conceptos que se conocen como termo clima y ombro clima que son temperaturas y precipitaciones), y la afología, que son las características del terreno; y, por último, se tiene también en cuenta la dinámica que es el proceso que tienen plantas unas con otras para competir.

Por último, Francisco Valle recordó que éste es el método que la propia Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía obliga a utilizar como referencia en aquellos proyectos que se llevan a cabo de reforestación y con el que se han obtenido éxitos muy grandes a nivel internacional, nacional y regional.