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Jueves, 27 de Julio de 2006 14:40

Corduba 06 / Fons Mellaria. Pilar Fernández asegura que la dehesa cordobesa está desapareciendo poco a poco.

G.C. - C.M.
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Pilar Fernández, miembro del departamento de Ingeniería Forestal de la Universidad de Córdoba (UCO), señaló, en el curso "Los Paisajes del futuro: abandono y restauración ecológica de las tierras agrarias marginales" que se está impartiendo en los Seminarios Fons Mellaria 2006 en Fuente Obejuna, que desde hace unos años se viene constatando la disminución de la cobertura arbórea de las dehesas cordobesas . Esto supone, según Fernández, una pérdida de recursos importantes "si asumimos que los árboles son esenciales en las dehesas porque producen bellotas y porque tienen unas serie de funciones ecológicas que difícilmente vamos a poder cuantificar en términos económicos". Situación ésta que está generando la desaparición poco a poco de la dehesa cordobesa.

Ante ello, Fernández recordó que hay que tener en cuenta que la encina es un árbol de crecimiento muy lento, "por lo que , tras plantarla, deben transcurrir entre 40 y 50 años para llegar a producir". Con lo cual, "llegamos tarde al problema", aseveró.

Para esta investigadora del Departamento de Ingeniería Forestal de la UCO "hay que tratar de proteger las explotaciones de dehesas; y en aquellas donde no se pueda prescindir de la explotación ganadera, proteger individualmente cada árbol para dejarlo crecer; y donde no existen repoblar con unos 8 o 10 árboles por hectárea para tratar de recuperarla".

Así mismo, Fernández señaló que las entidades locales, y las administraciones públicas en general, deberían arbitrar medidas para ayudar en los costes que suponen estas recuperaciones a los propietarios de las dehesas. No obstante, dejó claro que "aún falta apoyo de las entidades locales, porque se habla mucho del problema de la pérdida de la dehesa, pero no se ponen en marcha medidas concretas cuando es un problema general de todo el país y, en particular de algunas comarcas y regiones".

Durante su intervención recordó que la dehesa es básicamente un sistema agrosilvopastoral, donde se practica un uso múltiple (con producción agrícola, ganadera y forestal) siendo la ganadera la producción prioritaria y el motor que mueve la economía en la dehesa, principalmente a través del porcino. Según Fernández, el uso ganadero ha generado un paisaje característico en forma de estrato arbóreo y de pastos herbáceos que utilizan los animales. En este sentido, hizo hincapié en que " el primero produce un fruto, la bellota, que es el alimento más importante para el cebo del cerdo ibérico y de sus cruces; en definitiva, el sustento de la ganadería predominante en estos territorios".

Además, reiteró que "llevamos años asistiendo a un deterioro de esta vegetación; principalmente en lo que se refiere al arbolado". En el caso de la zona de los Pedroches, Fernández matizó que "muchos de los árboles que pueblan las dehesas de Córdoba son viejos, están un poco achacosos y son propicios a cualquier plaga o enfermedad, sin existir renuevo, a la espera de que puedan ser sustituidos", lo que nos hace ser testigos de su cada vez más clara desaparición.

Por último, Pilar Fernández explicó que la cobertura arbórea de explotaciones de Los Pedroches, analizadas mediante imágenes por satélite y con muestreos desde el 95 al 98 en las dehesas que van desde Pozoblanco a Cardeña, ha permitido constatar la disminución de dicha cobertura en una medida de entre 4 y 5 árboles por hectárea en algunas zonas; situación que Fernández explicó en función de que " en algunas explotaciones de la zona, tras la sequía de esos años y al haber muerto muchos árboles, fueron arrancando los ejemplares muertos".

Los alumnos de este curso tuvieron oportunidad de realizar una visita a una de esas explotaciones en la que estuvieron acompañados por el director académico de Fons Mellaria 2006, Miguel Moreno.